Guarapo Rosario T-Shirt
Francisco Rosario irrumpió en la escena boxística con impresionantes victorias, un asombroso boxeo y un físico tallado por los dioses, por tal razón recibió el apodo de “Guapo” Rosario.
Todos lo admiraban por su habilidad y elegancia en el ring, y su fama se extendió internacionalmente. Pero un día, algo cambió dentro de él. Tal vez fue la acumulación de golpes o los excesos pero de repente el “Guapo” perdió todo su brillo.
Su rostro, una vez tan hermoso, se convirtió en una mueca de amargura y desdén. Su actitud, antes segura y orgullosa, se convirtió en una mezcla de rabia y resentimiento.
En las postrimerías de su carrera perdió tantas peleas que perdió hasta el apodo. Ya no le decían guapo si no Guarapo Rosario.
Francisco Rosario irrumpió en la escena boxística con impresionantes victorias, un asombroso boxeo y un físico tallado por los dioses, por tal razón recibió el apodo de “Guapo” Rosario.
Todos lo admiraban por su habilidad y elegancia en el ring, y su fama se extendió internacionalmente. Pero un día, algo cambió dentro de él. Tal vez fue la acumulación de golpes o los excesos pero de repente el “Guapo” perdió todo su brillo.
Su rostro, una vez tan hermoso, se convirtió en una mueca de amargura y desdén. Su actitud, antes segura y orgullosa, se convirtió en una mezcla de rabia y resentimiento.
En las postrimerías de su carrera perdió tantas peleas que perdió hasta el apodo. Ya no le decían guapo si no Guarapo Rosario.
Francisco Rosario irrumpió en la escena boxística con impresionantes victorias, un asombroso boxeo y un físico tallado por los dioses, por tal razón recibió el apodo de “Guapo” Rosario.
Todos lo admiraban por su habilidad y elegancia en el ring, y su fama se extendió internacionalmente. Pero un día, algo cambió dentro de él. Tal vez fue la acumulación de golpes o los excesos pero de repente el “Guapo” perdió todo su brillo.
Su rostro, una vez tan hermoso, se convirtió en una mueca de amargura y desdén. Su actitud, antes segura y orgullosa, se convirtió en una mezcla de rabia y resentimiento.
En las postrimerías de su carrera perdió tantas peleas que perdió hasta el apodo. Ya no le decían guapo si no Guarapo Rosario.